jueves, 14 de febrero de 2008

Ayer conocí....

Ayer conocí al tipo al que se le ocurrió que las gafas viejas se mandaran al tercer mundo. O eso dice él. Qué honor ¿verdad? Yo tan tranquilo esperando el autobús y el destino que me manda a esa alma caritativa para acabar con mi soledad (a la par que para impedirme leer el periódico, que es lo que estaba haciendo).

Y por si acaso no era consciente de lo importante que iba a ser ese encuentro en mi vida, el hombre se empeñó en que me supiera su historia completa, agarrándome del brazo para que no me escapara. Y, oh Dios mío, os puedo garantizar que yo trataba de escaparme porque temía que los pelos de las orejas del viejo crecieran un poco más, y me agarraran del brazo también.

Pues nada, que sepáis que el tipo al que se le ocurrió mandar las gafas viejas a África vive en Córdoba, se pasea por ahí con un carro de la compra al parecer lleno de ladrillos por lo que pesa, la gente se cree que es el párroco de la Iglesia del parque Cruz Conde porque por lo visto se pasa la vida allí y que los de Visionlab son muy pero que muy generosos con la causa y van a ir todos al cielo.

En fin. Si es que afeitado no tengo suficiente cara de cabrón y no ahuyento a los viejos aburridos.

3 comentarios:

Miguel Ángel dijo...

Juas, ¿Y como es que no le echáste una foto al pavo con móvil para ilustrar el blog?

Gonzalo Varo Ortega dijo...

Lo pensé. Pero estaba demasiado ocupado alejándome lo máximo posible.

Oscar dijo...

fotos o no pasó!